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Una hermosa excursión imperdible para admirar la costa desde el mar. Fue una experiencia tranquila y el bote no iba abarrotado. La guía, Julie, fue muy buena, incluso con su italiano, que, aunque no era fluido, se entendía fácilmente. Su atención, amabilidad y profesionalidad lo compensaron con creces. El capitán Helder, excelente, amable y atento, guió el bote, permitiéndonos disfrutar plenamente de las vistas. ¡Gracias por una experiencia inolvidable!
Nos sentimos muy cómodos a bordo; el equipo fue fantástico y muy acogedor. Una recomendación definitiva si prefieres algo más personal.
Muy bien












