Jürgen
"Habíamos reservado el ferry de las 10:00 a. m. desde La Lavandou y, por desgracia, calculamos mal la distancia a pie. La tripulación ya había subido la rampa, pero al mirar atrás nos vio. Inmediatamente nos saludaron y nos ayudaron a subir. Durante la ida y la vuelta, el capitán nos explicó lo que podíamos ver y nos contó anécdotas divertidas. Yo caminaba con muletas y tenía cierta discapacidad, pero eso no fue un problema, ya que los hombres y las mujeres fueron muy atentos y siempre nos ayudaron sin que se lo pidiéramos."