A partir de
79 €
Navega con nosotros desde Nápoles para descubrir las dos perlas más bellas del Golfo. Con nuestro paseo en lancha semirrígida a Ischia y Procida con aperitivo y esnórquel, disfrutarás de una experiencia llena de emoción y relax. Durante esta experiencia, podrá sumergirse en aguas termales y maravillosas bahías, mientras disfrutas de unas vistas impresionantes que solo nuestra tierra puede ofrecer.
Tras dejar atrás Castel dell'Ovo, nos dirigiremos hacia Ischia, donde pararemos la lancha para darnos un baño en la bahía de Sorgeto. Aquí las cálidas aguas termales se mezclan con el agua del mar formando un espectacular efecto de aromas y sensaciones. A continuación, desembarcaremos en el elegante Borgo Sant'Angelo, donde podrás pasear por las coloridas calles del antiguo pueblo de pescadores. Mientras disfrutamos de un aperitivo tradicional, navegaremos bajo el Castillo Aragonés antes de detenernos y nadar en las aguas cristalinas bajo los acantilados.
Mientras nos dirigimos a Procida, cruzaremos el puente de Vivara y nos adentraremos en las aguas del cráter volcánico sumergido, antes de llegar a Punta Solechiaro. A la hora de comer, entraremos en la colorida bahía de Corricella, donde podrás degustar productos locales y helados caseros antes de dar un paseo hasta Terra Murata, el mejor lugar para admirar el centro histórico y el panorama de Procida. Tras esta parada, navegaremos hasta el Palacio de Avos, la antigua prisión de la isla, donde podrás relajarte tomando el sol o practicar esnórquel y nadar en sus aguas cristalinas. Tras esta última pausa, regresaremos a Nápoles.
Es un destino maravilloso pese a ser menos conocido y transitado. Calas espectaculares y baños estupendos. El paseo en la lancha fue magnífico. Bien explicado por Michael, nuestro simpatiquísimo piloto y guía, y siempre muy ameno.
Absolutamente imprescindible si estás en Nápoles: llegas a las islas en bote a buena velocidad con un patrón experto, Francesco, que te cuenta las historias de los lugares en cada parada y te bañas en calas con un mar cristalino.
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El día perfecto y relajante. El cuidador, Michael, fue muy profesional y también muy amable. Fue algo que no podíamos imaginar. Estoy muy contento de haber hecho este viaje en barco.
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