

Encontramos no solo amabilidad y ayuda, sino también cortesía y atención al detalle para hacernos sentir a gusto, sin mencionar la paciencia que mostraron con Vito (nuestro hijo de dos años y medio). Gracias a Massimo por sus explicaciones e historias de esta hermosa tierra, y por último, pero no menos importante, a Andrea, el capitán de este catamarán, quien tan amablemente compartió su experiencia y conocimiento del mar. ¡GRACIAS! 🥰
Todo perfecto
Una tarde maravillosa con mi familia. Una experiencia relajante, emocionante y evocadora que recomiendo a todo el mundo. El personal fue amable y acogedor, y la guinda del pastel fue el pane cundato y el vino servidos con vistas a Scopello. Sin duda, volvería.









