

Todo fue perfecto, la vista preciosa, el mar fantástico y el capitán fue súper amable y simpático. Mis hijos se lo pasaron genial buceando. El aperitivo estuvo genial. Muy recomendable, sin duda volveremos.
Desde el principio se respiraba un ambiente de vacaciones, pero al mismo tiempo un territorio virgen, bello y rico en historia hicieron de este paseo en barco algo inolvidable.
El paisaje merece la pena, la pasión que le pone la guía Andrea aún más.





