

Estuvo genial, con paradas para nadar que normalmente no harías. Además, buen humor y bebidas.
Gran día de sol, mar, islas y agradable almuerzo con una o dos copas de vino.
Tripulación de 2 personas, muy cariñosa. Uno incluso le acompañará a una cueva emocionante. Barco que bombardea y adelanta a los demás, llegamos más rápido a casa. El tiempo cambió el programa para mejor: aterrizamos en una isla donde podíamos caminar o ir a la playa (en lugar de la playa obligatoria). Esta debería ser la opción predeterminada.









