

Porque te trasladas de un mundo a otro (mar y manglares) en muy poco tiempo. Porque esta actividad no tiene un gran impacto en la naturaleza. Porque se puede disfrutar en familia. Y, sobre todo, el apasionado guía fue una fuente de información muy interesante.
¡Una experiencia realmente maravillosa! El paisaje es magnífico, al igual que la flora y la fauna, y las explicaciones y descripciones de Gwendal hacen que la excursión sea educativa y divertida (¡y deportiva!). ¡Lo recomiendo muchísimo!
Agradable, explica bien, se adapta al grupo, lo recomiendo sin dudarlo 😉👍🏽





