

Era justo lo que buscaba: un barco seguro, no una lancha neumática donde tienes que sentarte en el suelo... Un grupo pequeño de participantes, no una multitud de fiesta, no 40 personas en un barco turístico... Realmente perfecto. El capitán fue increíblemente amable, y la guía, Frederike, hablaba un inglés excelente y nos lo explicó todo... Hicimos el crucero al atardecer y nos pareció precioso... Vimos algunos delfines, pero aunque esa era mi principal preocupación, al final no fue tan espectacular, y el resto del viaje fue mucho mejor.





