

Instructores competentes con mucha paciencia para los niños pequeños y suficiente inglés.

Tomé clases particulares de esquí durante dos días (4 horas diarias) y tuve una experiencia increíble. Empecé sin ningún conocimiento, pero mi instructor fue paciente, claro y alentador. Al final del segundo día, ya me deslizaba por las pistas con confianza. Las clases tenían un ritmo adecuado y eran personalizadas, lo que hizo que el aprendizaje fuera divertido y efectivo. ¡Muy recomendable para cualquiera que quiera aprender a esquiar de forma rápida y divertida!

Mis dos hijos (de 6 y 8 años) se lo pasaron genial. Nunca habían esquiado antes y participaron en 5 sesiones matinales (2 horas y media). Al final de la semana, mi hijo mayor estaba esquiando conmigo en pistas rojas y el más pequeño en pistas azules con confianza. Ambos esperaban con ansias sus lecciones cada mañana y estaban muy tristes al final de la semana por tener que irse. ¡Lo recomiendo al 100 %!



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